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N°51

Nunca lo amé. Nunca sentí eso que sienten las personas enamoradas cuando ven a la persona que aman. Nunca me desvelé pensando en su mirar profundo o en cómo me sentía cuando estábamos juntos. Nunca se me paralizó el corazón, o me latió rápido y con fuerza al estar demasiado cerca. Nunca anhelé un beso suyo. Nunca pensé en el futuro como un nosotros. Nunca nada. Nunca con él. Pero siempre estuvo ahí. Siempre ahí. Podía admitir que no tenía un sentimiento romántico hacia él, frente a cualquier persona que preguntara, pero jamás con él presente. Nunca supe por qué. También podía pasar horas, días y semanas sumergida en mis estudios o en talleres, pero si él aparecía me escapaba, sin pensar, a tomar un helado con él o a solo caminar por la plaza. Nunca supe por qué. Nunca supe el porqué de lo que hacía. Nunca supe por qué se me hacía tan fácil dejarlo todo, si se trataba de él. Nunca supe nada. Pero sí que siempre me sentía en paz cuando él estaba cerca. Nunca lo entendí, no era necesario ...

El sabor de ella (Parte I)

Obsesión era una palabra aterradora, pero aún así no estaba lo suficientemente cerca a describir lo que sentía por ella. La necesidad, la sed, el hambre. Ello lo consumía lenta, pero dolorosamente, lo estaba haciendo perder su sanidad al punto de tener que retenerse físicamente de actuar ante sus deseos. Podría haber sido más fácil alejarse de ella, pero eso solo hacía peores las cosas la siguiente vez que la veía o escuchaba de ella.  Se preguntaba si había algo mal con él, incluso llegó a preguntar, pero nadie fue capaz de entender y mucho menos proveer una respuesta o consejo adecuado. Todos pensaron que solo le gustaba demasiado, sin embargo él lo decía de forma literal, quería hacerla suya, comerla, consumirla. Para su suerte y la de todos, no había alcanzado aún el punto de empezar a planear cómo hacerlo, él solo sentía ese fuerte deseo y temía perder el poco control que aún le quedaba porque no estaba seguro de que no lo haría si pasara. Al principio las cosas fueron manejab...

The taste of her (Part I)

Obsession was a scary word, but still wasn't near enough to describe what he felt for her. The need, the thirst, the hunger. It consumed him slowly but painfully, it was making him lose his sanity to the point of having to physically restrain himself to act upon his desires. It could have been easier to get away from her as far as possible than living that way, but it only made things worse the next time he saw or knew of her. He wondered if there was something wrong with him, he asked even, and no one was able to understand and much less to provide an answer or advice. Everybody thought that he just liked her a lot, but he meant it literally, he wanted to make her his, to eat her, to consume her. Luckily enough, he hasn't reached the point of planning how to do it or fantasizing about it, he just felt that strong desire, and feared losing the little control of it he still had because he wasn't sure he wouldn't do it. At first, things were manageable as she was straight...

Arañon de Gato

  "Lo único en común que tienen un cuchillazo y el arañón de un gato es que ambos son heridas, sin embargo, la segunda desaparece y se olvida". Ha pasado ya un tiempo desde la desastrosa tarde en que nos vimos por última vez, lo suficiente como para apenas y recordar tu cara, aunque lo que hicimos y dijimos sigue bastante presente. No duele. Me refiero a que la herida que con todas tus fuerzas quisiste crear en mí no duele. ¿Sabes por qué? No creo, así que te daré la respuesta. Nunca te quise. Me di cuenta un día de esos en los que miras por la ventana mientras vas por la ruta y de pronto tu mente quiere divagar sobre cada aspecto de tu vida. Fue justo cuando pasé por ese lugar, aquel que recorría a diario y ahora es solo una estación más. Imaginé a la que solía ser, la que estaba por conocerte; ella andaba por la avenida apresurada porque va tarde, sin poder correr porque los zapatos que tomó prestados de su hermana no son de su talla y le duelen mucho los pies, bajo el sol ...

Mirame

No soy buena con las palabras, ni con las acciones, ni con los sentimientos, pero en algún momento lo fui, por lo que tengo una vaga idea de lo que se es decir lo que piensas, hacer lo que quieres y sentir sin temor a nada. Ahora no sé hacer ninguna de esas cosas, es como si me robaran las memorias de toda mi vida y dejaran solamente lo necesario para no morir ipso facto, como si me sostuvieran en mi lugar cual camisa de fuerza a un loco desquiciado e incomprendido que es forzado a abandonar su realidad ideal, como si me arrancaran el corazón del pecho, así sin anestesia y rompiendo las costillas a su paso cual asesino novato, así que nunca pude decirte ni demostrarte lo que pasaba por mi mente o lo que anidaba lentamente en mi corazón cuando estábamos juntos, y solo te miraba con la esperanza de que fueras capaz de entenderme, rogando que no fuera una mentira lo que me dijiste en una de las tantas veces que nos vimos a escondidas, cuando me preguntaste si yo te quería y mi respuesta f...